Después de siete años comprendí que los pies son una parte fundamental en nuestro estar del día a día. Son los que nos llevan a donde queremos, a nuestros sueños. Son los pies quienes caminan entre el cielo y la tierra.
A la edad de 39 años me di cuenta que algo en mí se estaba moviendo, mi estómago me trataba de decir algo que no alcanzaba a ver. Me puse las botas que tanto me gustan y salí. A caminar.
Yo tenía seis meses de deuda (agua, luz, teléfono, renta…) pero ganas de ser diseñadora. Me bañé, desayuné, saqué a mi perro Max al parque, le serví de desayunar y me fui al barrio. Llegué al taller, dejé los materiales. Entusiasmada, le dije al maestro del taller “aquí está todo”, a lo que respondió “sólo falta el 50% de anticipo”; contesté hablaría con mi socia quien tenía el dinero para el depósito. Saqué el celular, marqué, contestó y escuché: “¡Cuál dinero! Lo que hay es mío.” Colgué y en mis manos sólo tenía el forro de piel que había comprado apenas.
Fui con el proveedor, le rogué que me regresara el dinero, accedió; salí de la peletería, caminé unos metros… mis pies dejaron de funcionar, caí en la banqueta: ¡Sólo tenía mil cien pesos y una esquina llena de basura! Y así nació Trama Diseño, una marca de diseño de calzado hecho en el barrio.
Desde su inicio, Max fue parte importante de Trama Diseño. Lo nombramos CEO porque era él único con el caracter adecuado para ser el director de la marca, pero además era el encargado de hacer Relaciones Públicas, vendedor, hostess, modelo, todo aquello que involucraba atender a nuestras clientas. Su labor principal era verse bonito, dormir, enseñar la panza, pero, sobre todo, dejarse querer.
Nos dejó el 21 de abril del 2021, pero queremos dejar este pequeño homenaje para nuestro CEO, el Beagle más guapo, más flojo, y más querido en el equipo Trama Diseño.